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Y EL CENTRO CULTURAL LA ESPERANZA A.C.

sábado, 20 de agosto de 2011

LIZ DURAND










Imagino una casa

Imagino una casa rodeada de patios donde la luna juega con los pájaros. Tiene escaleras que conducen a un tálamo de lirios y paredes que guardan del acoso del ruido.
Imagino una casa levantada debajo de las nubes con su techo de estrellas y sus pasillos de sol...
Imagino una casa en donde no entra el tiempo, en donde vive el aire convertido en suspiro, donde luciérnagas alumbran las alcobas y en las fuentes bebe el colibrí.
Su corazón no se ubica en la cocina como en todas las casas, sino en las huellas que deja el hombre que la habita. Él tiene identidad de grillo, conoce las señales de las aves,
que pusieron sus alas a sus pies, y en sus manos conserva la herencia de los sueños.
La casa tiene una Tapia que llega al cielo, cubierta de flor y musgo, que por las madrugadas despide aromas de sándalo para atraer gacelas...
Imagino esa casa dentro de mi corazón.


Liz Durand. Escritora y artista plástica. Nació en Orizaba,Veracruz, en 1955. Ha publicado en revistas nacionales y extranjeras.



http://www.youtube.com/watch?v=beuqdiWej_M

http://lizdurand.blogspot.com/


D.R. Fotografía Carmen Amato

CARMEN AMATO





La casa

La luz en la ventana es el indicio
de la lectura que tras la reja
se abre: “la casa es una bella frase”.

En el jardín los cuervos beben
el silencio, mientras los niños pasean
sus bicicletas.

Una mujer recoge y tiende
ropa en el traspatio, como banderas
de paz en el desierto.

Yo miro, mas no la miro a ella,
sino esa aromática contienda.

Miro el sauce y entre sus ramas
la sombra de mi madre
y su cadencia.

Miro las uvas, las moras, las higueras,
el estropajo , los nogales,
y en el ritual de repartir los frutos
los signos de mi padre.

Miro la lluvia, oigo la lluvia
siento la lluvia derrumbarse…

La casa toda es un poema,
en donde el verde rima
con un tiempo de antes.



Carmen Amato. Poeta y promotora cultural independiente. Oriunda de la ciudad de Aguascalientes (1952), radicada en Ciudad Juárez desde los cuatro años.Ha publicado los poemarios: Estación Tempe (2010), Gestación de la luz (2006),  El silencio de lo que cae (coautoría)(2000),  El silencio que se hiela en la blancura de las hojas, (1997). Ciudad que se restaura (1996), Hoy somos el silencio (1992).  En 2010 fue distinguida como chihuahuense destacada con la presea Edmeé Álvarez en el área de Literatura.


D.R. Fotografía Carmen Amato




viernes, 19 de agosto de 2011

JOSÉ A. SANTOS





D.R. Fotografía José A. Santos



Recuerdos


Conservo en la retina
los perfiles de las sombras
de un pasado
que apenas conocí,
escondido en la piel
de estas paredes,
apagado
por los pasos de unos pies
que jamás anduvieron
por este suelo,
de las risas plenas
que mi corazón poseía
y mi alma anhelaba,
las sombras de los fantasmas
que abandonaron mis sueños
antes de la luz del amanecer.
Conservo en la mirada
los olores y sabores
de una biografía que ya
no soy capaz de asumir
como propia.
Veo en tus oquedades
la llegada del tiempo
de decrepitud
que ataca a mis huesos.
Tú y yo
escribiendo en ladrillo
y hueso
la decadencia de la ciudad,
escribiendo el renglón torcido
del olvido que traen el tiempo
y el polvo eterno.






José A. Santos, nació en Ourense (España) en 1971. Es escritor y promotor cultural. Su primera novela Cicatrices, se publicó en 2000 y su primer poemario Bolboretas en la memoria, en el año 2009. Ha participado en diversas antologías y colaborado con varias revistas en Chile, España, Argentina y México.

GUSTAVO DE LA ROSA HICKERSON



  D.R. Fotografía Elco Valenzuela


La casa del hombre solo


 Nunca dejó entrar amigos
ni parientes ni familiares,
solo él estaba, solo él.

 Quince años atrás
su mujer desapareció
en las ondas de calor levantadas por el sol,
del pavimento de agosto
se esfumó;

madre e hija en la canícula desvanecidas,
perdidas.

 De aquel hombre todos sabían su historia:
se fue al trabajo y cuando regresó, ya no estaban.

¿Salieron a dejar a la niña a la escuela?,

¿era el día de su cumpleaños?

Todo quedó tirado por la sala
la ropa del último cambio de la niña
los platos y sartenes sin lavar
las sillas movidas al salir
un vaso de leche sin tomar
y algo más, y algo más.

Dicen que de tristeza nadie muere
pero él caía sin freno,
era un poco menos cada día,
y se fue hundiendo, y se fue yendo.

 El litigio fue duro, los parientes y la hija,
más terceros que derechos decían tener.

El juez entregó la casa a la joven,
pero nadie las llaves encontró
y salió la orden de romper la cerradura.

El cerrajero, hábil cual ladrón,
deja el paso franco a los actuarios

pero todos inmóviles quedaron.

La casa estaba igual:

todo tirado por la sala

la ropa del último cambio de la niña

los platos y sartenes sin lavar

las sillas movidas al salir

un vaso de leche sin tomar

y algo más…

una carta de adiós que nunca abrió.



Gustavo de la Rosa Hickerson. Representante de la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Se firma con el siguiente epígrafe: “he decidido escribir en minúsculas,(salvo excepciones) porque son  las obreras de la escritura, y las mayúsculas llevan las ganancias. en cien años habremos destruido al enemigo y habrá un solo alfabeto igualitario”.





GRACIELA MITRE





D.R. Fotografía Carolina Carrizo


En penumbra

El problema no era la casa
sino la penumbra.
La miraba desde afuera
(los ojos transcurriendo sigilosos por el pasillo hasta llegar al pequeño comedor
 donde la luz  era apenas un suspiro).
Animarse era la cosa
contener la respiración
la cara palpitante    antes de entrar.
Y allí la enorme radio de papá
vociferando tangos del “Glostora Tango Club”
él al lado   cruzado de brazos
con la curvatura eterna de sus hombros.
Así era siempre
cada nochecita
(cuando la tristeza envuelve y envuelve
hasta inflamarnos)
 y ninguna otra cosa era posible
a pesar del olor sublime de la cena
del piyama tibio
de mi hermano tan cerca    pegado a mí
leyendo su revista “Dartagnan”.

Recuerdo esos días como despedazos de la vida
desconcentrada de cualquier placer
ajena a los sueños de una niña.

¿Qué de todo eso me hizo infinita?
¿Por qué y cómo me alargué hasta aquí?

Araño hojas teladas
de suave aparente seda
araño y me asusto
pero igualmente araño
estoy atenta para ver que pasa
quizás el miedo estalle de una buena vez.




Graciela Mitre. Nació en Rosario, Argentina (1953). Ha participado en varios talleres literarios. En 2004 participó, mediante la edición de dos poemas, en la antología Los Nuevos Escritores Latinoamericanos, de Editorial Nuevo Ser. En 2010 editó poemario Línea de Fuga, con la Editorial Papeles de Boulevard.